La concentración en el estudio es un reto para muchas personas. Hay múltiples factores que perjudican el centrar el foco en los libros y apuntes: el momento del día, las distracciones y ruidos del exterior, un espacio inadecuado, pensamientos y preocupaciones… Sin embargo, esta situación tan frecuente puede evitarse con los métodos para concentrarse estudiando adecuados.

Aumentar la concentración para estudiar es sencillo, siempre y cuando se conozcan y pongan en práctica las técnicas correctamente. ¿Cómo estudiar de forma más activa durante más tiempo? ¿Cómo mejorar la concentración para estudiar? ¿Influye el entorno en la concentración para el estudio?

Consejos para aumentar la concentración para estudiar

1. Prueba una de las técnicas de concentración

Establecer una mentalidad tranquila y tener un plan del temario a estudiar es fundamental para aislarnos de cualquier elemento que nos pueda entretener y lograr los objetivos. En este sentido, existen varios métodos para concentrarse estudiando que puedes poner en práctica antes de abrir los apuntes y que te servirán para otras áreas de tu vida cotidiana.

Estas técnicas de concentración son muy fáciles y no te llevarán más de diez minutos:

- Relajación. Esta es una herramienta que permite mejorar la concentración para estudiar, pero que también puedes utilizar cuando sea necesario. Dedica entre diez y quince minutos a realizar ejercicios de relajación dos veces al día durante la época de estudio y exámenes para disfrutar de sus beneficios:

  • Respiración. Mediante el control de la inspiración y espiración, conseguirás una respiración consciente, lenta y profunda. Para lograrlo, puedes inspirar contando hasta cuatro, retener el aire otros cuatro segundos y soltarle durante seis. Repitiendo este proceso de tres a cinco veces, notarás una sensación de calma tanto física como mental. Es recomendable tener una mano en el pecho y otra en el abdomen para ser consciente de las reacciones del cuerpo.
  • Meditación. Es la técnica de concentración para estudiar más efectiva, pero requiere de tiempo tanto para realizarla como para mantenerla día a día. No existe una guía estándar de meditación, pero hay pautas que puedes seguir como mantener la concentración dirigida en algo y no desesperarte si tu mente se distrae. El objetivo es lograr una sensación de atención y tranquilidad que disfrutarás más allá de los momentos de estudio. 
  • Música. La música para estudiar puede ser un aliado si se utiliza correctamente. Elige música clásica o música instrumental relajante para tus sesiones de estudio, y notarás un incremento de tu rendimiento en términos de memoria, concentración y creatividad. 
  • Relajación progresiva muscular. A principios de los años 20, el médico Edmund Jacobson desarrolló una técnica para aumentar la concentración en el estudio. Consiste en tumbarse en el suelo y contraer los diferentes grupos musculares durante 10 segundos y relajarlos, repitiendo el proceso varias veces. 

- Método Pomodoro. Este método para concentrarse estudiando se centra en hacer una gestión efectiva del tiempo. El estudio se realiza en intervalos de 25 minutos (llamados “Pomodoros”), con un descanso de cinco minutos entre cada uno. Cuando se completan cuatro pomodoros, el descanso aumenta a 15-20 minutos. Solo existe una regla: no se utiliza el teléfono ni se consultan las redes sociales ni durante los pomodoros ni en los descansos.

- Lectura rápida previa. Realizar este ejercicio antes del estudio ayuda a familiarizarse con el tema y ayuda a hacerse una idea general de la materia, así como a reconocer los aspectos más importantes a subrayar. Tras ello, es importante hacer una lectura comprensiva de forma más pausada que la lectura rápida previa, para asegurar que se comprenden todos los conceptos. Así, la información ya es conocida al cerebro a la hora de memorizar y esta tarea se agiliza.

- Ejercicios de entrenamiento. La mejor técnica de concentración para estudiar es la motivación. Si mantienes tu cerebro activo y entrenas la memoria podrás avanzar más rápido en las materias, agilizando el tiempo y ayudándote a seguir concentrado durante más tiempo. Existen multitud de formas de entrenar la memoria que son divertidas y que puedes hacer en tu tiempo de ocio como pasatiempos, la lectura o enumeraciones simples: juegos de palabras, describir lo que se ve en un paseo o repasar fotos antiguas.

2. Planifica tu horario de estudio

Establecer unas rutinas es un paso tan simple como favorable para la concentración en el estudio. Antes de la primera sesión, debes organizar el temario a estudiar y planificar cuándo y cuánto tiempo vas a dedicar a cada apartado o tema. Mantener un horario fijo de estudio y saber de antemano en qué te vas a enfocar hace que el cerebro se predisponga al estudio.

Es importante que en este punto seas realista, ya que marcar objetivos inalcanzables puede llevar a la frustración y ser contraproducente. También debes tener en cuenta que la planificación puede sufrir modificaciones, y es posible que debas recalcular los tiempos de estudio por motivos externos. En cualquier caso, no te desanimes porque con los métodos para concentrarse estudiando adecuados, notarás un incremento en tu rendimiento.

3. Lleva a cabo un descanso de calidad

El sueño y el estudio están estrechamente relacionados. La calidad del descanso es importante durante todo el curso, aunque toma especial importancia en época de exámenes. Una mente reposada es más eficiente y tiene más facilidad para memorizar lo aprendido durante el día.

Si quieres aumentar la concentración para el estudio, debes mejorar tus descansos nocturnos. Antes de que llegue la hora de acostarte (que debe ser siempre la misma), debes dejar de utilizar pantallas y cenar ligero. Es recomendable dedicar unos minutos a la lectura y, a la hora de dormir, evitar las luces o los ruidos. También puedes tomar una ducha caliente para relajarte.

Por otro lado, practicar deporte y llevar una vida activa en general favorecerá la calidad del descanso y ayudará a la concentración en el estudio. Desde salir de casa a caminar de forma regular hasta apuntarte en el gimnasio, todo el ejercicio que puedas hacer es beneficioso para tu salud física y mental.

4. Adiós a las distracciones. Bienvenida, concentración

El enemigo de la concentración son las distracciones. De nada sirve emplear las mejores técnicas y métodos para concentrarse estudiando si el espacio está lleno de elementos que te van a sacar del foco a los dos minutos. Comenzando por el móvil, con el que una pausa de cinco minutos puede volverse un descanso de una hora. Antes de cualquier sesión de estudio, debes retirarlo del entorno y reservar el sonido para notificaciones de verdadera importancia.

En general, debes contar únicamente con lo que necesites para estudiar: apuntes, libros, ordenador (puedes descargar los archivos y quitar la conexión Wi-Fi) y estuche. Todo ello debe estar ordenado, ya que en los momentos de estudio cualquier cosa parece atractiva, incluso colocar los apuntes o limpiar la mesa.

Otro aspecto clave para evitar interrupciones es minimizar el ruido. Intenta crear tu espacio de estudio en tu habitación o en un despacho donde no entre nadie más y, por supuesto, evita zonas como el salón o la cocina. 

La importancia del entorno a la hora de concentrarse durante el estudio

El espacio también juega un papel fundamental en la concentración para el estudio. Planificar el ambiente de forma adecuada potencia la motivación y convierte el bienestar en una prioridad, haciendo que te sientas más productivo y puedas alcanzar tus objetivos. 

Hay varios elementos que no pueden faltar en tu espacio de estudio, como una silla ergonómica. Apostar por este tipo de silla evita distracciones, ya que aumenta la comodidad, así como previene problemas de salud y lesiones. Trim es un modelo que cuenta con certificado de uso 24/7, con un respaldo regulable y un apoyo lumbar que cuida de tu espalda y de la correcta postura del cuerpo a lo largo de todo el día. Stay con cabecero cuenta con un punto de apoyo extra, liberando la tensión de las cervicales y ofrece una postura natural para espalda, brazos, cuello y rodillas.

Una mesa como Colectiva te permitirá dar cabida a todos los documentos y materiales que necesites para el estudio, reduciendo interrupciones y estrés a la vez que aumenta la concentración para estudiar. Para mantener el orden en el espacio a la vez que la accesibilidad a tus archivos, apuesta por un buck.

En los momentos de pausa activa, por ejemplo, entre un pomodoro y otro, puedes descansar en un sillón como Noom 10. Su diseño y sus acabados destacan por su confort y por su capacidad para promover una postura idónea en los diferentes momentos del día.

Con estas técnicas de concentración para estudiar y el espacio adecuado, te sentirás preparado para abordar todas tus materias. Este aumento de la productividad te hará sentir más motivado y podrás conseguir tus objetivos.