El color blanco y las tonalidades claras provocan una sensación de amplitud y bienestar, lo que proporcionará ligereza y hará tu home office más grande a la vista. Puedes utilizar un tono hueso como base de color de tu oficina en casa, y añadir otros colores para reflejar tu estilo.
Si quieres evocar un espacio natural, combina diferentes tonos verdes en las paredes y muebles en tonos crema. Lograrás una oficina en casa en la que desarrollar tus tareas de un modo relajado, sin perder la concentración. Por supuesto, te recomendamos incorporar plantas a tu home office para redondear la composición.
Por otro lado, la decoración mediterránea cada vez está más de moda en las oficinas pequeñas. Solo tendrás que añadir muebles de colores llamativos, como el azul o el color mostaza.
El estilo nórdico es ideal para las oficinas pequeñas. Apostar por el blanco, las maderas y tener solo lo imprescindible son sus tres reglas básicas. Puedes añadir algún elemento que rompa con esta estética, por ejemplo un sillón de algún color vibrante.