Una característica interesante de las sillas ergonómicas es que cuentan con un respaldo reclinable que puede regularse en diferentes puntos de inclinación. Además, si cuenta con mecanismo sincronizado, asegura una postura mucho más ergonómica para todo el cuerpo.
Este sistema permite que, al inclinar el respaldo, el asiento también se desplace ligeramente hacia atrás, manteniendo así el equilibrio del cuerpo y el apoyo constante en la zona lumbar. Esta sincronía es clave para mantener una postura dinámica, ya que permite cambiar de posición sin perder soporte en ningún momento.
El respaldo debe ofrecer un soporte firme pero flexible en la zona lumbar, adaptándose a la curvatura natural de la columna. Muchas sillas ergonómicas incorporan un soporte lumbar regulable en altura y profundidad, lo que permite ajustarlo con precisión a cada espalda. El diseño en forma de “S” del respaldo imita la forma natural de la columna vertebral humana, ayudando a mantener una postura saludable y reduciendo la fatiga muscular.