Ya sea frente al ordenador, la tablet o el móvil, lo cierto es que una gran mayoría de personas desarrollan su jornada laboral frente a una pantalla. Entre tiempo de trabajo y el ocio, se estima que pasamos alrededor de un tercio del día mirándolas, lo cual puede provocar cansancio ocular o fatiga visual. 

Este problema, cada vez más común, afecta la productividad y el bienestar, repercutiendo negativamente en la vida diaria. La buena noticia es que existen medidas preventivas para evitarla. Pero, ¿qué es exactamente la fatiga visual? ¿Influyen en su desarrollo únicamente las pantallas? 

¿Qué es la fatiga visual y por qué ocurre?

La fatiga visual por pantallas es el cansancio ocular causado por el esfuerzo prolongado de los ojos al mirar dispositivos digitales. No es una enfermedad, sino una afección frecuente que se manifiesta después de un uso excesivo del ordenador u otras pantallas.

Muchas personas que trabajan frente a pantallas durante largos periodos de tiempo experimentan este cansancio ocular por el ordenador debido a diversas causas:

  • Uso prolongado de pantallas sin descanso: pasar muchas horas frente a un ordenador sin pausas lleva a forzar la vista. También influye un tamaño demasiado pequeño de los elementos que aparecen en ella.
  • Mala iluminación: un entorno con poca o excesiva luz en el ambiente puede aumentar el esfuerzo ocular. Asimismo, se debe controlar el nivel de brillo de la pantalla para adecuarlo a la situación.
  • Parpadeo reducido: por lo general, cuando una persona se concentra en mirar una pantalla parpadea menos, lo que puede provocar sequedad ocular.
  • Mala postura: una postura inadecuada puede generar tensiones en el cuello y los hombros, afectando indirectamente la vista. Además, una distancia menor de la recomendada entre los ojos y la pantalla puede hacer que estos se fatiguen más deprisa y con mayor intensidad.

Síntomas de la fatiga ocular por pantallas

Los síntomas más comunes que experimentan las personas con fatiga visual en el trabajo son:

  • Dolor de cabeza: la tensión ocular prolongada puede provocar cefalea y, a largo plazo, problemas más serios.
  • Ojos secos o irritados: la falta de parpadeo puede causar sequedad o irritación en los ojos, haciendo necesario el uso de gotas.
  • Visión borrosa: forzar la vista puede afectar la claridad de la imagen, llegando a provocar afecciones como miopía o hipermetropía.
  • Sensación de cansancio ocular: se trata de la pesadez en los ojos o dificultad para mantenerlos abiertos.
  • Problemas de concentración: la incomodidad visual puede dificultar la atención en el trabajo, afectando a la productividad e incluso al tiempo de ocio.

Consejos para evitar la fatiga visual en el trabajo

A lo largo de la jornada laboral los ojos realizan un esfuerzo constante para adaptarse a las pantallas, lo que puede generar molestias y reducir el rendimiento. Sin embargo, implementar estrategias adecuadas puede evitar la fatiga visual y mantener la eficacia en el trabajo, lo cual además ayuda a mejorar la concentración y la motivación. ¿Cómo reducir el cansancio ocular?

Configuración del espacio de trabajo

Igual que la configuración de un salón se adapta a la ubicación de la televisión, un despacho debe distribuirse pensando en primer lugar dónde se pondrá el escritorio con el ordenador.

Lo más recomendable es que se encuentre cerca de una fuente de luz natural y, en caso de ser necesario, que se complemente con alguna lámpara. En cualquier caso, la luz no debe provocar reflejos en la pantalla, los cuales propician la aparición de fatiga visual al obligar a forzar la vista.

Por otro lado, ajustar la pantalla en el propio escritorio y el entorno de trabajo es necesario minimizar el esfuerzo ocular y así evitar la fatiga visual. En primer lugar, tener una distancia de la pantalla de entre 50 y 70 cm de distancia de los ojos y que quede a la altura de la vista para evitar también problemas en hombros y cervicales.

La iluminación de la pantalla debe regularse para que no tenga ni demasiada luz ni esté muy oscura. Por último, también se puede reducir la exposición a la luz azul, una de las principales causas de la fatiga ocular, con un filtro fabricado expresamente para minimizar sus efectos.

Ergonomía y mobiliario adecuado

Una correcta higiene postural es primordial para trabajar cómodamente y asegura un rendimiento óptimo. Además de evitar posibles problemas de salud en lo que a dolores cervicales, lumbares, etc. se refiere, también juega un papel determinante en términos de fatiga visual en el trabajo.

Las sillas ergonómicas ayudan a mantener la espalda alineada y evitan posturas que pueden incrementar la tensión en los ojos. Incorporar a tu espacio de trabajo una silla de oficina adecuada y con certificados como el de Uso intensivo 24/7, te brinda un soporte adecuado y reduce los puntos de presión durante largas jornadas laborales. Antes de utilizarla, dedica unos minutos a ajustarla correctamente para que tu experiencia de trabajo sea confortable y minimices el riesgo de fatiga visual.

Alternar entre estar sentado y de pie contribuye a reducir el estrés ocular. Para ello, las mesas elevables son la solución que permite ajustar la altura del escritorio según las necesidades. En este sentido, la mesa Talent 500 podría convertirse en una medida preventiva ante la fatiga visual: no sólo ofrece la posibilidad de ajustar la altura sino que también incorpora ruedas para cambiar rápidamente la distribución del espacio de trabajo y adaptarlo a las mejores condiciones para disminuir el cansancio ocular provocado por el ordenador.

Iluminación adecuada en el entorno de trabajo

La iluminación en el espacio de trabajo juega un papel fundamental en la salud visual. Una iluminación inadecuada, ya sea demasiado intensa o insuficiente, puede aumentar el esfuerzo ocular por el ordenador y contribuir a la fatiga visual. Para evitarlo, es recomendable aprovechar al máximo la luz natural, ya que proporciona una iluminación uniforme y menos agresiva para la vista. Ubicar el escritorio cerca de una ventana puede ser beneficioso, pero es importante evitar reflejos directos en la pantalla que puedan generar deslumbramiento.

Además, la combinación de luz natural con una iluminación artificial adecuada puede marcar una gran diferencia y evitar la fatiga visual. Optar por luces de tono cálido y no crear contrastes excesivos entre la pantalla y el entorno contribuye a una experiencia ocular más cómoda. También es recomendable utilizar lámparas de escritorio ajustables que permitan dirigir la luz según las necesidades individuales, como un flexo, reduciendo sombras y evitando la fatiga visual en el trabajo. Un entorno bien iluminado favorece no solo la salud visual, sino también el confort y la productividad en la jornada laboral.

Cuidar la salud visual es clave para un rendimiento laboral sostenible y una mayor comodidad en el trabajo. Con pequeños ajustes en tu rutina laboral podrás evitar la fatiga visual y mejorar el bienestar diario a la par que incrementar tu productividad.